sábado, 18 de febrero de 2017

¡La pucha, que trae liciones el tiempo con sus mudanzas!...

Y al final llego el día, no lo digo por este viernes, sino por el domingo pasado. Nos mudamos de tapera. Era algo que irremediablemente avanzaba sin que lo podamos detener. Cuando digo "nos" es que yo, y conmigo, todos ustedes también se mudaron.

Durante 5 años hemos disfrutado de los mejores asaus, de las risas, del recuerdo de los que se fueron y la alegria de los que volvieron, de gente nueva que se ha incorporado, de las festividades tan arraigadas a nuestro ser como la Pachamama.




 Por allí vimos pasar las cartas del torito, fuimos testigos del pase de mando del Dpto de Logística (petos y pelotas) y el Dpto de Tesorería a manos mas cualificadas ( Dpto por cierto, que se recibio en deficit y desde que lo administra la nueva direccion esta en superavit, no lo agradezcan, no hace falta).



Allí supimos disfrutar de la charla y la compañía cuando apenas y con mucho esfuerzo nos juntabamos 6, comiendo los historicos bizcochitos de grasa, unos manises y unas papa fritas, tomando un par de cervezas y todo por 2 pesos. Los primeros fernet los probamos allí !!! como quien prueba un jarabe. Ni siquiera lo comprabamos, se traía el Coya su botellita y se la llevaba con lo que solo él había tomado.



Ahora todo eso se mudo con nosotros. Y para ello participamos todos los que pudimos.

Activamente estuvieron Mario, Gatti, Marce, Charly, Claudio*), mas tarde Oscar se acerco y Fredy que no hizo a tiempo y se volvió. Los demás se que hubieran estado si hubieran podido pero como Dani, Rober, etc, se que cada uno tiene sus obligaciones.
La mudanza empezó temprano, porque Marce y un poco mas tarde Gatti y Mario se hicieron presente. Charly se quedo pegado a la almohada, y llego como 2 hs después. Oscar dijo que primero se lleven lo mas pesado y después vino para el segundo viaje, lo que no sabia es que le habíamos reservado desmontar y llevar la parrilla.

 A mitad de la mañana pudimos tomar unos mates con factura para recuperar fuerzas y aprovechamos para disfrutar del Pan Casero con chicharron que había preparado Manu. Como una ofrenda a los dioses, cedí mi pan a la peña para que sintieran minimamente ese agradecimiento, que aunque se que no hace falta, no esta demás demostrarlo.






Y aunque todo esto ocurría con gran alegría, el cielo, tan sentimental, lloraba emocionado.
Ya el viernes, nos juntamos de nuevo para el fútbol, allí algunos, descargamos la tensión del esfuerzo acumulado y otros, como Gatti, descargaron goles de todo tipo en ambas porterias. Destacar el sutil toque de espalda al arco con el empeine. Un golazo que dificilmente se vuelva a repetir, solo al alcance de Gatti.


Para el tercer tiempo fuimos 9 los que nos juntamos como siempre con pizza, cerveza y fernet mientras truqueamos. Allí se vio cantar como un gorrión al amanecer, tres flores seguidas a Willy, que destrozaron a los rivales cualquier intento de acercarse.


Como siempre, le dejamos el quilombo a Dani y nos fuimos pa nuestras casitas.


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